Pólizas de seguros
Las pólizas de seguro suelen tener límites en cuanto a cuándo puedes hacer cambios: normalmente 30 días, pero a veces tan sólo dos semanas. Asegúrate de repasar tus opciones de antemano, para saber qué cambios hacer. Algunas preguntas que puedes hacer son
- ¿Es menos costoso para uno de los miembros de la pareja pasar al seguro médico del otro?
- ¿Hay niños que ahora necesiten cobertura sanitaria?
- ¿Qué plan de seguro tiene mejor cobertura, o cuál ahorra dinero para otros objetivos?
- ¿Algún plan de seguro tiene mejor cobertura de baja parental, en caso de que quieras añadir hijos a tu familia?
Aunque probablemente combinarás cosas como el seguro del propietario o del inquilino, naturalmente, otra cuestión a considerar es el seguro del automóvil. ¿Ahorrarás dinero combinando pólizas? Muchos lugares ofrecen descuentos para varios coches.
Seguro de vida: Si tú y tu cónyuge no tenéis actualmente un seguro de vida, ahora es un buen momento para contratarlo, ¡sobre todo si tenéis hijos! Si tienes un seguro de vida, asegúrate de actualizar tus beneficiarios.
Haz testamento
Nadie quiere pensar en ello, pero en caso de fallecimiento de uno o ambos miembros de la pareja, es importante tener un testamento establecido. (¡Una vez más, tener hijos hace que esto sea de vital importancia!) Establecer un testamento facilitará mucho las cosas si ocurre lo peor. ¿No sabes cómo hacer un testamento? Consulta este artículo sobre cómo redactar un testamento.
Calcula tu patrimonio neto como pareja
Ahora es el momento de poner toda tu historia financiera sobre la mesa, si aún no lo has hecho. Cuanto más clara tengas tu situación económica, mejor te irá a largo plazo. Enumera las deudas pendientes, los pagos que debas a cónyuges anteriores (como la manutención de los hijos), todos los ingresos, las inversiones y todas las cuentas (incluidas las de jubilación). Utiliza esto como trampolín para elaborar tus objetivos financieros y tu presupuesto anual diario.
Esboza tus objetivos financieros
El dinero significa cosas distintas para cada persona: seguridad, poder, o quizá la posibilidad de viajar, crear una empresa o comprar cosas divertidas. Hablar y acordar tus objetivos económicos como pareja es muy beneficioso, ya que puede ayudar a reducir las discusiones y puede hacer que tu pareja y tú estéis de acuerdo.
Decide cómo gestionar tus cuentas
Ya no se supone que todas las parejas tengan cuentas bancarias conjuntas. Sin embargo, tener al menos una cuenta conjunta tiene algunas ventajas. Gestionar los gastos domésticos puede ser mucho más fácil con una cuenta a la que ambos cónyuges puedan acceder y contribuir. Si uno de los cónyuges está reparando su crédito, decidid cómo lo gestionaréis como pareja.
Elaborad juntos un presupuesto
Aunque tengáis cuentas separadas, un presupuesto doméstico conjunto es esencial para alcanzar vuestros objetivos financieros (¡y mantener la paz!). Habla con tu pareja y aseguraos de dar prioridad a vuestros objetivos económicos conjuntos al establecer vuestros presupuestos anuales y mensuales.
Cambiar tu nombre
Si uno o ambos miembros de la pareja deciden cambiar de nombre, será importante tomar medidas para garantizar que tus acreedores, instituciones financieras y otras entidades estén al corriente del cambio de nombre. Este proceso puede llevar tiempo, así que no te demores. Puede ser útil hacer una lista de todos los lugares y documentos que puedan requerir información oficial sobre el cambio de nombre, como:
- Tarjeta de la Seguridad Social
- Permiso de conducir
- Pasaporte
- Matriculación de vehículos, contratos de alquiler y otros documentos
- Escuelas
- Lugares de trabajo
- Acreedores (incluidos los préstamos estudiantiles pendientes)
- Instituciones financieras
- Registro de votantes
Declaración de exoneración
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