Conoce los riesgos
Según el Centro de Investigación Pew, casi el 30% de los estadounidenses sufrieron al menos uno de los tres tipos principales de robo de identidad en los 12 meses anteriores a la encuesta. El más común fue el cargo fraudulento en su tarjeta de crédito o débito (21%), mientras que en el 8% alguien se apoderó de sus redes sociales o correo electrónico sin su permiso, y en el 6% alguien intentó abrir una tarjeta de crédito u obtener un préstamo a su nombre.
Desgraciadamente, cuando los estafadores asumen tu identidad, puedes ser responsable de sus deudas y cargos, o perder el dinero que se hayan gastado.
Utiliza las protecciones de las tarjetas de crédito
Utiliza tarjetas de crédito para limitar tu responsabilidad en efectivo. La mayoría de las empresas de tarjetas de crédito tienen políticas de protección contra el fraude de responsabilidad cero, y la ley federal limita la responsabilidad del titular de la tarjeta a 50 $, independientemente de la cantidad que se haya cargado.
Para beneficiarte de esta protección contra el fraude, tienes que informar de los cambios en un plazo de 30 días. Acostúmbrate a revisar regularmente las transacciones de tus extractos e informa inmediatamente de cualquier compra o transacción no autorizada. Puede ser una molestia tener que lidiar con estos problemas, aunque no seas el responsable de los cargos. Es mejor minimizar el riesgo con las mejores prácticas contra el robo de identidad.
- Ten cuidado al dar a cualquiera, incluidos amigos y familiares, tus números clave y otra información financiera. Incluso si puedes confiarles esta información, pueden ser menos cuidadosos con ella que tú.
- Elige PINs únicos. Evita utilizar tu número de la Seguridad Social, fecha de nacimiento o variaciones que sean fáciles de adivinar.
- No lleves tu PIN anotado en la cartera.
- Guarda en un lugar seguro una lista de tus números de cuenta pertinentes. Incluye detalles sobre cómo cancelar o suspender las tarjetas si las pierdes o sospechas de actividad fraudulenta.
- Rompe o tritura los recibos y facturas antes de tirarlos.
Busca señales de seguridad
Antes de comprar o relacionarte de cualquier otro modo con un sitio web, comprueba que dispone de importantes medidas de seguridad. Las empresas reputadas utilizan un certificado SSL para verificar la identidad del sitio web y proporcionar una conexión cifrada.
La comprobación de un certificado SSL es sencilla: busca un símbolo de candado a la izquierda del nombre de la empresa y «https» en la URL.
Vigila tus enlaces
Los enlaces de phishing suelen imitar a empresas o sitios web legítimos para conseguir tu información personal. Antes de hacer clic en cualquier enlace o archivo adjunto -incluso los de empresas o personas que conoces y en las que confías- comprueba si hay errores tipográficos, ortográficos o de otro tipo. Es posible que hayan sido pirateados y que el enlace permita a los estafadores acceder a tu información o descargar un virus en tu dispositivo.
Desconfía de las llamadas a la acción insistentes o de las ofertas por tiempo limitado que requieran tus datos personales. Las ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad a menudo lo son.
Trampas de telemarketing
Las ofertas de viajes gratis, suscripciones a revistas con descuento y similares son la forma más común de telemarketing. A veces, estas llamadas son legítimas. Otras veces… no tanto.
Las llamadas telefónicas fraudulentas fueron el segundo método de contacto más utilizado en los informes de fraude, según la Red Centinela del Consumidor de la Comisión Federal de Comercio (FTC). (El texto fue el nº 1). Esta categoría supuso 203 millones de dólares en dinero perdido, con una pérdida media de 1.500 dólares.
El fraude por telemarketing afecta a todas las edades, pero es el método de contacto más denunciado por las personas de 70 a 79 años y de 80 años en adelante. Las estafas más comunes son las de impostores comerciales, estafas de soporte técnico, premios, sorteos y loterías, e impostores del gobierno.
Si recibes una llamada no solicitada de una empresa que no conoces, pídeles que te envíen información por correo sobre sus productos u ofertas. Incluso si la llamada es de una empresa que conoces o con la que has hecho negocios en el pasado, ten cuidado al dar información personal por teléfono.
Esto incluye tu:
- Datos de la cuenta bancaria
- Números de tarjeta de crédito
- Número de la Seguridad Social
Informa de las llamadas sospechosas a la FTC rellenando un formulario de reclamación del consumidor o llamando a la línea directa, 1-877-FTC-HELP.
También puedes añadir tu número a la Lista de No Llamar, pero ten en cuenta que sigue habiendo millones de violaciones de los números de la lista.
Recursos para las víctimas
Para saber más sobre el fraude y sus repercusiones en tu seguridad económica, visita Fraud.org, el sitio web del Centro de Información sobre el Fraude de la Liga Nacional del Consumidor.
Ponte en contacto con tu banco o con la entidad emisora de tu tarjeta de crédito si crees que tu cuenta ha sido comprometida. A continuación, visita IdentityTheft.gov para denunciar el robo y averiguar los pasos a seguir.
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