Devolver el dinero
Seamos claros desde el principio: cuando pagas algo a crédito, sigues estando enganchado a ese dinero. A menudo, tendrás que devolver incluso más debido a los intereses. El tipo de crédito que utilices y los detalles del contrato determinarán la cantidad de intereses que tendrás que pagar, el importe y la frecuencia de los pagos, etc.
Es muy importante reconocer que el crédito puede ser peligroso. Si pides prestado demasiado o a un tipo de interés demasiado alto, puedes acabar debiendo más de lo que vale algo o encontrarte en una situación en la que te cueste devolver todo lo que pediste prestado.
3 Tipos de crédito
Hay tres tipos de crédito con los que interactuarás más a menudo:
El crédito renovable es un tipo de crédito en el que puedes pedir prestado, pagar y volver a pedir prestado hasta una cantidad de dinero predefinida. A intervalos regulares (normalmente un mes), tendrás que devolver al menos una cantidad mínima. Si no pagas completamente lo que pediste prestado en ese momento, la cantidad impagada pasará al siguiente ciclo de facturación y empezará a acumular intereses. Los ejemplos más comunes de crédito renovable son las tarjetas de crédito, los HELOC y otras líneas de crédito.
El crédito a plazos es un tipo de crédito en el que pides prestada una cantidad de dinero de una sola vez y la devuelves en trozos o plazos predeterminados. Estos pagos regulares pueden durar sólo unos meses o varios años. Casi todos los préstamos son ejemplos de crédito a plazos, por lo que se incluirían los préstamos para coches, las hipotecas y los préstamos estudiantiles.
El último tipo de crédito, y que quizá ni siquiera consideres crédito, es el crédito abierto. Es cuando utilizas algo y luego lo pagas a intervalos regulares. Los ejemplos más comunes de crédito abierto son las facturas, como las del teléfono móvil o los servicios públicos. Utilizas el servicio a crédito y luego pagas lo que has utilizado en la siguiente factura. Este tipo de facturas no suelen cobrar intereses, pero añadirán comisiones si el importe no se paga a tiempo o en su totalidad.
Condiciones de crédito habituales
Para ser un usuario de crédito informado, necesitarás entender estos términos del vocabulario.
- Comisión anual – Comisión que se cobra cada año por utilizar determinadas tarjetas de crédito.
- Límite de crédito – La cantidad total que puedes pedir prestada de una sola vez cuando utilizas el crédito renovable.
- Puntuación cred iticia – Un número entre 300 y 850 destinado a mostrar a los prestamistas lo digno de confianza que eres. Tu puntuación crediticia se crea basándose en tu historial crediticio, o en lo bien que has utilizado el crédito en el pasado.
- Impago – Cuando no pagas lo que debes de una deuda. Esto puede provocar varias cosas, como la aceleración, en la que toda la deuda vence inmediatamente, daños en tu puntuación crediticia y que tu deuda se envíe a cobranza.
- Pago inicial – Cantidad de dinero que pagas por adelantado al pedir un préstamo para un artículo grande, como una casa o un coche. Tu pago inicial se destinará al coste del artículo y reducirá la cantidad de dinero que tienes que pedir prestado.
- Comisión financiera – Comisión que se cobra por el uso del crédito. Lo más frecuente es que esta comisión sea un porcentaje de la cantidad prestada. Uno de los tipos más comunes de gastos financieros es el interés.
- Periodo de carencia – El tiempo que tienes para pagar lo que has pedido prestado antes de que empiecen a acumularse intereses. Normalmente sólo se aplica al crédito renovable. Si lo pagas todo antes del siguiente ciclo de facturación, no deberás intereses.
- Tipo de interés – Porcentaje del dinero prestado que hay que devolver al prestamista además de lo prestado. El tipo de interés puede ser fijo, es decir, se mantiene igual, o variable, es decir, cambia con el mercado.
- Pago mínimo – La cantidad más baja que puedes devolver en una fecha determinada para evitar comisiones.
- Principal – La cantidad prestada inicialmente para un préstamo.
- Plazo – El tiempo que tienes para devolver el dinero prestado y los intereses devengados por un préstamo.
Normas para utilizar el crédito
Estas normas pueden ayudarte a no meterte en líos:
- Paga siempre la totalidad de tu tarjeta de crédito para evitar pagar intereses.
- Paga más que el mínimo en las cuotas del préstamo, así lo amortizarás antes y pagarás menos intereses (pero ten en cuenta que algunos préstamos tienen penalizaciones por amortización anticipada).
- Mantén tu ratio deuda-ingresos (DTI) por debajo del 28%. Para averiguar tu DTI actual, suma lo que pagas cada mes en concepto de deudas y divídelo por tus ingresos brutos mensuales.
- No pidas prestado demasiado de una vez. Lo mejor es mantener tu coeficiente de utilización del crédito, o la relación entre lo que pides prestado y lo que te aprueban, por debajo del 30%. Por tanto, si tu tarjeta de crédito tiene un límite de 10.000 $, lo mejor es que nunca pidas prestados más de 3.000 $ de una vez.
- Intenta pagar al menos un 20% de entrada cuando compres objetos grandes, como una casa o un coche. Cuanto mayor sea el pago inicial, más propiedad tendrás del objeto. Esto significa que no tendrás que pedir tanto prestado y que es menos probable que acabes debiendo más de lo que vale si el mercado cambia drásticamente.
Cómo utilices el crédito tendrá un gran impacto en tu vida. Un buen crédito -cuandoutilizas el crédito con prudencia y sigues los pasos anteriores- puede permitirte comprar cosas que de otro modo no podrías conseguir. El mal crédito -cuandogastas más de lo que puedes devolver- afectará a tu capacidad de pedir préstamos en el futuro. Obtén más información sobre este proceso aquí.
Declaración de exoneración
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