Pero si confías en el crédito para hacer realidad tus deseos navideños, la magia a menudo se desvanece cuando llegan las facturas. Tómate tu tiempo ahora para crear un presupuesto navideño y evitar la resaca de los gastos después de las fiestas.
Sé realista
Lo mejor que puedes hacer para frenar tus gastos navideños es fijar un presupuesto realista pero firme.
Según la Federación Nacional de Minoristas, la mayoría de la gente gasta unos 1.000 dólares en la alegría de las fiestas. Esta cantidad incluye regalos y artículos navideños, así como el gasto en compras no relacionadas con regalos, como fotos familiares o trajes especiales para fiestas.
Pero planear celebrar las fiestas y poder permitírselas son dos cosas distintas. Una encuesta de U.S. News & World Report afirma que aproximadamente 4 de cada 10 personas piensan endeudarse para financiar regalos y viajes.
Para crear un presupuesto navideño, empieza por fijarte en lo que gastaste el año pasado. Considera el impacto que tuvo ese gasto en tu presupuesto: por ejemplo, ¿estuviste pagando las facturas de las tarjetas de crédito durante meses después de las fiestas? ¿Tuviste que saltarte las vacaciones familiares de verano porque las Navidades eran demasiado caras?
Sé honesto sobre las concesiones que estás haciendo con tus gastos navideños actuales. Eso reforzará tu determinación de ceñirte a un presupuesto este año.
Evaluar los gastos individuales
Al crear un presupuesto, examina cada gasto individual. Intenta ser lo más exhaustivo posible. Piensa en:
- Regalos para familiares directos
- Regalos para la familia ampliada
- Regalos para amigos, vecinos y compañeros de trabajo
- Gastos de viaje como gasolina, vuelos y hoteles
- Comida y artículos para fiestas
- Tarjetas de Navidad
- Franqueo y envío
- Papel de regalo
- Decoración interior y exterior
Suma lo que piensas gastar y determina si ese gasto se ajusta a tu presupuesto.
Ajustar las expectativas
Elegir un presupuesto adecuado puede significar que tengas que celebrarlo de un modo distinto al de años pasados. Si es así, mantén una conversación abierta con tus seres queridos y hazles saber que necesitas renunciar a los intercambios de regalos tradicionales.
O ponte de acuerdo con la familia para hacer regalos de tiempo y servicio en lugar de regalos físicos. Esto no es tan emocionante para los miembros más jóvenes de la familia, pero los mayores pueden agradecer que se les ayude a desordenar u organizar los espacios de su casa, a rebuscar entre las fotos familiares o a realizar otro proyecto.
Gastar dinero en alguien o en algo en el pasado no significa que debas gastar la misma cantidad siempre, sobre todo si tienes que endeudarte para hacerlo.
Haz una lista y revísala dos veces
Organizarte para hacer regalos puede ayudarte a aprovechar las rebajas navideñas y a conseguir los mejores precios en los artículos. Controla tu lista de regalos y tus gastos (¡hay aplicaciones para ello!).
También puedes probar una aplicación para encontrar el mejor precio en artículos populares. O, comprueba los precios entre algunos de tus sitios favoritos de compras online. Unos minutos de búsqueda pueden ahorrarte mucho dinero.
Si piensas comprar en tiendas físicas, reserva un día para ir de compras en lugar de hacer muchos viajes pequeños. Así ahorrarás dinero en gasolina y evitarás las compras impulsivas. Piensa también con antelación tu ruta en coche.
Cuando termines de comprar, deja de mirar folletos, promociones por correo electrónico, sitios web de ofertas y carteles de rebajas en las tiendas. Así no caerás en la tentación de comprar cualquier oferta increíble que aparezca a continuación.
Recompensas por retirar dinero
Si utilizas una tarjeta de crédito con puntos de recompensa o devolución de dinero, las vacaciones son un buen momento para aprovechar esas ventajas.
Es como «dinero gratis» que puedes utilizar para comprar regalos, pagar viajes y mucho más. Tu tarjeta puede incluso ofrecer recompensas adicionales o bonificaciones de devolución de dinero por gastar en determinadas tiendas o categorías. Si esto coincide con las compras que tienes previsto hacer, ¿por qué no aprovecharlo?
Si estás buscando una nueva tarjeta de crédito con bonificaciones, las vacaciones pueden ser el momento ideal para contratarla. Muchas tarjetas de recompensas incluyen bonificaciones por alcanzar un determinado importe de gasto en un periodo de tiempo determinado. Pero recuerda que, aunque gastar más en vacaciones puede ayudarte a conseguir bonificaciones que, de otro modo, serían exageradas, gasta sólo lo que puedas pagar de forma segura antes de que te afecten los intereses. Gastar dinero que no puedes permitirte para acumular recompensas no es una ganga a fin de cuentas.
Planificar el próximo año
Si estás cansado de sentir el apretón navideño, empieza a ahorrar ya para las próximas fiestas.
Divide tu presupuesto objetivo en trozos factibles, ya sea una cantidad diaria, semanal o mensual. Encontrar 25 o 50 $ en tu presupuesto mensual es mucho más fácil que intentar encontrar 300 o 600 $ cuando lleguen las vacaciones.
Aunque sólo pienses ahorrar la mitad de la cantidad, estarás haciéndole un favor a tu futuro yo.
Automatiza el proceso para que sea aún más fácil. Muchas entidades financieras no cobran por cuentas de ahorro adicionales, siempre que hagas transferencias automáticas todos los meses. Abre una cuenta nueva para los gastos de las vacaciones y establece transferencias periódicas que te ayuden a alcanzar tu objetivo.
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